
A lo largo de nuestras vidas, ¿cuántas veces nos habremos preguntado si lo que queremos vale el esfuerzo o sacrificio que estemos haciendo?... yo honestamente ya perdí mi cuenta.
Advertencia, si no has visto El Libro de la Selva, no leas este artículo, primero vela, está en Netflix (hacé clic aquí para verla) y luego leés este artículo y debatimos la moraleja juntos si querés.
Continuando... Mowgli para mí ha sido inspiración desde niño cuando Disney lanzó la primera película de esta fascinante historia basada en el libro del escritor británico Rudyard Kipling; tal era mi fascinación por esta historia que no había día que no llegase del colegio y pusiera en el tocadiscos el vinilo de aquella época con el soundtrack de la película.
Y es que hay historias que como El Principito, o Bajo el Sol de Toscana, que cada vez que las leés o ves, encontrás algo nuevo que aprender.
Estas historias -por muy infantiles que parezcan-, siempre habrá algo que aprender y es, la combinación entre la fe y la imaginación. Por ello, muchos expertos sugieren que uno de los tantos disparadores de la creatividad, es tener un diálogo con un niño sobre un tema en el cual estés trabado (como un bucle), te sorprenderá que su imaginación, y su carencia de límites te llevarán a un mundo del cual viniste, pero que ya de grande no volviste nunca más.
Querer emprender o emprendiendo ya
Como bien sabemos, o podríamos saber, emprender no es fácil, se requiere más que capital:
Tiempo, un recurso extremadamente limitado,
Conocimiento, para explotar financieramente lo que sabés-amás hacer,
Apoyo, un socio que tenga no menos de la constancia que podés llegar a tener vos,
Integridad, para el logro de los objetivos,
Humildad, para que el éxito -cuando éste llegue-, no te cambie,
Creatividad, para solucionar problemas y mantenerte en el tiempo, y lo último,
Temple, para no decaer, ni salir huyendo.
Temple... he aquí donde entra Mowgli.
Como bien sabemos Mowgli no nació en la selva, ni era lobo tampoco, pero las circunstancias de su vida lo llevaron a que hiciera de la selva, su hogar, y de la manada, su familia. No tuvo control absoluto para evitar que las circunstancias cambiaran su destino; exactamente porque era tan solo un bebé, indefenso e ignorante de cómo sobrevivir.
Nosotros ya somos adultos. Al ser adultos contamos ya con muchas de las herramientas necesarias para saber defendernos y cómo sobrevivir. Y el temple es un factor clave para mantenernos de pie y firmes en el lugar donde queremos y anhelamos estar.
Es muy probable, y lo digo con conocimiento de causa, que a veces nos cuesta salir de nuestra zona de confort y arriesgar la estabilidad que nos ofrece un trabajo fijo bajo relación de dependencia para perseguir un sueño que resulte en un éxito tangible.
Por tanto, si Mowgli fuese CEO, de su historia te daría los siguientes consejos:
1. Identificá y protegete de tu Shere Khan.

El tigre, con su sed de venganza y poder quiso acabar con la vida de Mowgli, y él para no arriesgar la vida de quienes lo criaron, decidió irse. Shere Khan no se quedó de brazos cruzados, aún sabiendo que Mowgli decidió irse, no fue suficiente y fue tras él a cazarlo; y por mucho que Mowgli quiso proteger a su manada, Akela terminó asesinado por el mismo Shere Khan, que por cierto coincidía de que él no pertenecía a la selva.
Y es que a veces para no arriesgar lo que tanto queremos, tomamos el camino más fácil; nada más errado que darle la espalda a los problemas pensando que no nos alcanzarán si huimos de ellos. Nos rehusamos a tomar ciertas decisiones porque creemos que no debemos, ¿quién dice que Mowgli no era parte de la selva?, ¿por ser humano?, ¿hay alguna ley?, ¿quién dice que no podés hacer o tener lo que querés?, ¿quién dice que no podés estar donde anhelás o que no te merecés estar en el lugar donde ya estás?
Shere Khan representa nuestros propios miedos, representa los falsos paradigmas, representa aquellos que consideran que no merecemos lo que queremos porque nunca se atrevieron, representa a aquellos que por ser o pensar diferentes nos quieren lejos de ellos, representa todo los que nos hacen decaer y hasta huir. No permitas que ningún tigre tuerto, por muy fuerte que sea, decida tu destino. Se inteligente y peleá, no como tigre, como hombre.
"Si peleás, no pelees como lobo, porque no sos lobo, peleá como hombre". Bagheera.
2. Buscá un mentor como Bagheera.

El puma, quien tuvo la oportunidad de devorar lo que no devoró Shere Khan, optó por ser el protector de Mowgli, su nobleza fue más importante para él que su propio instinto animal, al menos en esta historia.
A lo largo de nuestro camino como emprendedores, se acercarán muchos pumas, pero solo aquellos nobles de verdad querrán protegernos, guiarnos y enseñarnos. Incluso darán la cara y pondrán en riesgo muchas cosas importantes de su vida por cuidarte de terminar devorado por un Shere Khan. Aprendé a identificar el puma noble que se te acerque y permitile ser tu mentor y que te ayude, a veces nos cuesta pedir ayuda y a veces nos llega sin pedirlo.
3. Tené cerca a un amigo o socio como Baloo.

El oso es ese amigo, socio o compañero que te hará distenderte, cantar, reír, divertirte, sacar tu niño interior, romper algunas reglas, abrir tu imaginación... quien te recordará siempre que debes ser vos mismo y no lo que dicen los demás que seas.
Baloo es ese quien te defenderá igual que Bagheera y que tendrá un cariño tan incondicional con vos, que le importará más tu bienestar, así el costo sea no tenerte a su lado.
Identificá ese amigo, socio o compañero de trabajo que durante todo el proceso de emprendedurismo, te ayude, te aconseje, te cuide incluso de vos mismo, como por ejemplo, no ponerte horarios para divertirte y socializar, o no alimentarte bien, o no ejercitarte; que te recuerde quien sos y de dónde venís cuando logrés el éxito.
4. Reconocé a tu Rey Louie, pero sin rendir pleitesías.

El orangután. El rey de la comunidad de simios, el que se impone porque cuenta con un gran apoyo de súbditos, el que se cree rey, el que tiene un imperio dictatorial, el que es incapaz de moverse por sí mismo y con la suficiente arrogancia que cree poseer todo lo que lo rodea, incluyendo la voluntad y la opinión ajena.
Sí, en efecto son grandes; sí, en efecto son líderes que querrán instaurar un monopolio en el mercado y que les importará un bledo el espacio que quieras abarcar por muy diminuto que éste sea. También podrían ser inversores mayoritarios que quieran dominarte y callar paulatinamente tu voz y voto. Apoyate y defendete, no con fuerza, ni con cantidad, sino con estrategia pura, por ello, contá con un Baloo y un Bagheera para enfrentar a un gigante y tener al menos un porcentaje del market share o un peso importante en las decisiones corporativas, según sea el caso.
5. Formá un equipo fraternal como el de Raksha y Akela.

Los lobos líderes de la manada. Son aquellos que sin importar de dónde venís ni lo que sos, te darán el apoyo necesario para sentirte uno más, serán más que mentores y guías espirituales... tu familia. Cada uno tendrá su lugar y función en la manada, donde tendrán su propio credo que harás de él, el tuyo mismo.
Descansá en la eficacia, la confianza y la gestión de los líderes que ubiqués en las áreas estratégicas de tu emprendimiento. Hacé de tu equipo una gran manada donde todos funcionen como un gran ecosistema de sinergia, donde se defiendan entre sí y tengan un himno en común que los haga avanzar y crecer en equipo.
6. Cuidate de sucumbir a las seducciones de Kaa.

La serpiente manipuladora y silenciosa. Es esa de aparición corta que querrá embeleserte hasta comerte. Las que cambian de piel constantemente. Estos personajes son los distractores interesados que te dirán cualquier cosa para ganarse tu confianza y en el momento que menos te imaginás, estarás perdido entre sus fuertes vértebras.
Prestá atención al entorno donde los encontrás, pues de él sacarás mucha información; analizá su comportamiento y sus necesidades de corto plazo, evaluá los cambios de conducta y su interacción con el ambiente que los rodea. Tomar previsión de este tipo de personas es fundamental para no descuidar tu emprendimiento y mucho menos derrochar las ganancias de tus esfuerzos por alguien que te acariciará hasta acabar con vos. Huí de potenciales parejas tóxicas, pseudo aprendices espías que digan admirarte para conocer las estrategias de tu negocio y todo aquel que pueda poner en riesgo la estabilidad de tu empresa de forma lenta y pasiva.
"Una de las maravillas de la imaginación, es poder ver más allá de los conceptos y definiciones". Daniel A. Acosta.

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